Feorlygn - Blasse Buche (Haya Pálida)

Neri eder zaizkidan pasarte batzuk jartzeko besterik ez den zoko bat

e shtunë, qershor 11, 2005

Nietzsche: Dios murió, pero antes le derritió el cerebro como venganza

17. DE LOS CAMINOS DEL HOMBRE CREADOR

-¿Es tu propósito, hermano mío, retirarte a la soledad? ¿Deseas buscar el camino que te conduzca hacia ti mismo? Espera todavía un momento y escúchame: “ Quien busca, fácilmente se pierde. Todo aislado es una culpa”, así habla el rebaño. Y cuando tú digas: “Mi conciencia ya no será más como la vuestra”, sonarán tus palabras a manera de queja y lamento. He aquí: esta conciencia parió también este dolor y el último resplandor de esta conciencia alumbra todavía tu aflicción. Pero tú quieres seguir la voz de tu aflicción., que es la voz que conduce hacia ti mismo. ¡Demuéstrame, pues, que estás en posesión del derecho y la fuerza! ¿Eres tú una nueva fuerza y un nuevo derecho? ¿O eres un primer movimiento? ¿O una rueda que gira sobre sí misma? ¿Puedes obligar a las estrellas a que giren alrededor de ti? ¡Ay! ¡Son tantas las codicias que quieren elevarse hasta las alturas! ¡Tantos los movimientos desordenados de los ambiciosos! ¡Demuéstrame que no te encuentras ni entre los que codician ni entre los ambiciosos! ¡Ay! ¡Existen tantos grandes pensamientos que sólo actúan como una vejiga inflada! Cuanto más se inflan se hacen más vacíos. ¿Te llamas libre? Quiero que me digas tu pensamiento más importante y que no te has escapado de un yugo. ¿Eres alguien que tuvo el derecho de liberarse de un yugo? Hay quienes pierden su último valor al sacudirse de una servidumbre. ¿Libre, de qué? ¡Qué importa esto a Zaratrusta! ¡Pero tu límpida mirada debe anunciarme: ¿libre, para qué? ¿Puedes señarlarte a ti mismo tu bien y tu mal y suspender tu voluntad por encima de ti como una ley? ¿Puedes ser tú el vengador y el juez de tu propia ley? Es terrible permanecer a solas con el juez y el vengador de su propia ley. Como una estrella proyectada en el vacío y en la helada atmósfera de la soledad. Hoy todavía te atormenta el número, a ti, el único que hoy todavía posee todo tu valor y todas tus esperanzas. Sin embargo tu soledad te fatigará un día. Tu orgullo se doblegará y tu valor rechinará los dientes. Un día gritarás: “¡Estoy solo!” Un día no verás más tu elevación y tu bajeza estará demasiado cerca de ti. Lo que hay en ti de sublime te causará miedo. Como un fantasma un día gritarás: “¡Todo es falso!” Hay sentimientos que quieren matar al solitario. Si no consiguen medrar tendrán que perecer a su vez, pero ¿eres tú capaz de ser asesino? Hermano mío, ¿conoces ya la palabra “desprecio”? ¿Conoces el dolor de tu justicia que te obliga a ser justo para con los que te desprecian? Tú obligas a muchas personas a cambiar de parecer acerca de ti, por ello para siempre estarán resentidos contigo. Te les has acercado, pero seguiste de largo. Esto nunca te lo perdonarán. Los has superado.
Pero cuanto más te elevas más pequeño pareces a los ojos de los envidiosos. Mas a quien odian sobre todos es a aquel que se remonta en los aires. “¡Cómo podríais vosotros ser justos conmigo!” Debes decir: “He elegido para mí vuestra injusticia como la parte que me es debida.” Injusticia y basura: esto es lo que arrojan al solitario. Sin embargo, hermano mío, si quieres ser una estrella, es preciso que, a pesar de todo, los ilumines. ¡Y prevente de los buenos y de los justos! Les complace crucificar a los que inventan su propia virtud; aborrecen al solitario. ¡Cuídate asimismo de la santa simplicidad! Todo lo que no es simple les parece impío. Les complace jugar con el fuego, con las hogueras. ¡Y cuídate de los impulsos de tu amor! El solitario tiende la mano con demasiada prisa a todo lo que se encuentra en su camino. Hay hombres a quienes no debes ofrecer la mano, sino únicamente el pie; y yo quisiera que tu pie también tuviese garras de afiladas uñas. Pero el enemigo más peligroso que puedas encontrar será siempre “tú mismo”. Eres “tú mismo” quien te acecha en las cavernas y en las selvas. Solitario: ¡tú sigues el camino que conduce a ti mismo! Y tu camino, ¿pasa delante de ti mismo y delante de tus siete demonios? Serás herético hacia ti mismo; brujo y adivino; loco e incrédulo; impío y malvado. Es preciso que quieras consumirte en tu propia llama. ¿Cómo querrías renovarte sin reducirte previamente a cenizas? Solitario: tú sigues el camino del creador. ¡Tú quieres crearte un dios de tus siete demonios! Solitario: tú sigues el camino del amante. Te amas a ti mismo y por eso te desprecias como sólo precisan los amantes. El que ama ansía crear porque desprecia. No sabe nada de amor quien no ha tenido que despreciar lo que más amaba. Vete a tu soledad, hermano mío, con tu amor y tu creación. Y a la tarde te seguirá la justicia arrastrando la pierna. Vete a la soledad con mis lágrimas, ¡oh hermano mío! Yo amo a quien quiere crear algo más elevado que él y que en ello perece.
Así habló Zaratrusta.

2 Comments:

Blogger Asier G. said...

¿No es genial? :D

12:08 e paradites  
Blogger adkdmy said...

yo amo ese texto... me hace llorar; y leer a zaratustra cuando se está enamorada es profundamente alucinante, además.

11:12 e pasdites  

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